El Prat elimina las restricciones de la sequía y mantiene el trabajo para ahorrar más y más agua

Los sistemas y sistemas de riego automáticos en la ciudad están listos para operar normalmente una vez que el gobierno ha elevado las restricciones.



Miércoles 16 de abril de 2025 – 10:45

Se han planteado restricciones por sequía en Cataluña y también en la ciudad de El Prat. Después de las fuertes lluvias en marzo, la emergencia de la sequía ha pasado de la fase de alerta a la fase previa al alerta en la cuenca de Ter-Llobregat (la cuenca PRAT). En estos días, los equipos de mantenimiento y servicios urbanos trabajan para establecer las fuentes y los sistemas de riego automáticos en las calles, parques y cuadrados de la ciudad. Sin embargo, la ciudad también continuará trabajando para ahorrar más y más agua en su vida de día a día. Lo hará con medidas como las inversiones de Aigües del Prat para continuar mejorando la eficiencia de la red de suministro, que ya es la más eficiente en Cataluña, o el uso de agua que no está en la boca para la calvicie y el riego de los espacios públicos.

En estos días se están llevando a cabo en el punto de las redes de riego, tanto el goteo como la pizca. En el último caso, el análisis Legionella se realizará para garantizar la salud de las instalaciones.

Además, las fuentes ornamentales, 12 en total en la ciudad y dos instalaciones de juego de agua, recuperarán su imagen habitual con agua y operación. Sin embargo, antes, el mantenimiento y las pruebas deben realizarse para controlar que toda la instalación funciona, que no se ve afectada por Legionella, y que no tienen fisuras o incidentes que puedan alterar su operación. Finalmente, también se levantaron restricciones que no permitían llenar las piscinas privadas.

Continuar ahorrando agua

En general, mientras en paralelo hay algunas medidas para continuar optimizando el uso del agua en la ciudad en su operación diaria.

En este sentido, los servicios de limpieza continuarán molestándose con la capa freática, diferente de la boca bucal que alcanza los grifos, en la limpieza de las calles. Por el contrario, el agua potable se utilizará para la carga de barridos y trabajos caldos con agua a presión con el objetivo de retener la maquinaria en un mejor estado.

En cuanto a los árboles, durante la campaña de plantación de este año, los árboles han sido resistentes a los períodos de sequía y que necesitan menos agua.

Finalmente, debe tenerse en cuenta que la compañía municipal Aigües del Prat continúa invirtiendo constantemente y regularmente en la renovación y la mejora permanente de la red de suministro de agua. Ya es el más eficiente en Cataluña, con una eficiencia que supera el 90%, muy por encima del promedio catalán de alrededor del 75%, y continúa aumentando.

Del mismo modo, la compañía de agua pública está desarrollando acciones para segregar las líneas de suministro de fuentes y espacios verdes en la ciudad para garantizar que las fuentes de la boca puedan continuar funcionando en el caso de tener que restringir el riego de estos espacios. Además, las bocas de carga se colocan en diferentes puntos para que puedan conectarse a la tubería de agua regenerada que rodea la ciudad. Esto permitirá que los vehículos que realicen la limpieza de las calles usen este tipo de agua y desperdician menos tiempo para ir por la carga de agua durante el servicio.

Restricciones por fin de sequía, pero debe continuar consumiendo agua

En la actualidad, el consumo de agua doméstica por persona y el día en El Prat ha pasado de casi 98 litros por persona por día para 2023 a 91 litros en 2024. A pesar de esta mejora, el ayuntamiento llama a los ciudadanos, el comercio y las empresas para continuar haciendo un uso responsable de este recurso, ya que la meta como ciudad es para alcanzar las 90 litros por persona por día, una cifra que garantiza las necesidades de cada persona o la necesidad de las necesidades de las necesidades de las necesidades de cada persona. Las necesidades de cada persona o un día, lo que garantiza a una persona suficiente o las necesidades de cada persona, como el uso de agua para limpiar, beber o cocinar, lo que nos pone muy por debajo del límite máximo, que debe imponerse en la mayoría de las fases de una posible emergencia de sequía.