Los Mossos detuvieron a dos hombres en Cornellà de Llobregat, por robar teléfonos móviles con tirones mientras las víctimas los utilizaban.
Días después, se arrestó a su cómplice, que montaba un patinete eléctrico y hacía vigilancia. La investigación se inició a mediados de marzo cuando se encontraron cinco robos violentos de teléfonos móviles con el mismo método en la vía pública de una determinada zona de Cornellà. Los robaban mientras los usuarios sostenían sus teléfonos distraídos dando un tirón mientras el ladrón iba en bicicleta.
A partir del análisis de las imágenes de las cámaras de vigilancia de los robos y otras labores de investigación, los agentes confirmaron que todos los incidentes habían sido cometidos por el mismo individuo y que contaba con un cómplice realizando labores de vigilancia.
Finalmente, el 20 de abril, los investigadores lograron detener al presunto ladrón en una zona muy cercana al lugar donde anteriormente había robado. Al día siguiente, agentes de la Guardia Municipal de Cornellá, muy cerca de donde se habían cometido los robos, observaron a un joven que conducía un patinete eléctrico e intentó huir al ver la presencia policial.
Los agentes lo identificaron y durante el registro encontraron seis teléfonos en una mochila, uno de los cuales fue robado en uno de los robos violentos, a demás, siete relojes y cinco carteras.
Según los agentes, el joven conocía al detenido y portaba elementos de al menos un atraco. Ante las pruebas, detuvieron al joven, de 22 años y residente en El Prat de Llobregat.
